TU PERSONALIDAD UNA MANIFESTACIÓN DEL MIEDO
- Vaal
- 16 mar 2018
- 2 Min. de lectura
Desde bebés aprendemos que el afecto nos lo tenemos que ganar satisfaciendo las expectativas de los demás. ¿Consecuecia? Nos ponemos máscaras.

Somos el resultado de nuestra carga genética de nuestras experiencias infantiles, pero ¿Cómo se ha creado la historia de nuestra mal llamada "Identidad" o lo que comúnmente conocemos como carácter o forma de ser?
Desde que nace el bebé comienza a recorrer una larga y difícil trayectoria de adaptación y educación que tiene como objetivo irse integrando "como es debido" en su correspondiente núcleo familiar, vecinal y social.
De acuerdo a las investigaciones sobre desarrollo de la Inteligencia el Dr. Piaget menciona que hasta los 7 u 8 años no empezamos a tener uso de razón. Esto significa que todos los aprendizajes o mejor dicho las adaptaciones realizadas hasta entonces, no se dan por vía intelectual mediante la comprensión y el razonamiento, si no por vía emocional mediante el acercamiento-retirada, la aprobación- rechazo. Puesto que carecen de lógica, su forma de comportarse coincide con las expectativas y necesidades de los adultos, el resultado es el acercamiento y la aprobación. Si por el contrario, el niño llora cuando "no tiene que llorar" "come lo que no tiene que comer" hace pipí "cuando tiene que estar seco"o no es cariñoso "cuando tiene que serlo", lo que va a recibir va a ser distanciamiento y rechazo.
Hablamos de chantaje emocional puro y duro, generación tras generación de la mano del chantaje emocional todos hemos ido vivenciando que el afecto y el acercamiento nos lo tenemos que ganar a base de identificar, cumplir y satisfacer las necesidades de los demás.
Este es el origen de nuestra neurosis, la historia de nuestro carácter, el fracaso de nuestras posibilidades, la renuncia de nuestras polaridades. Así vamos construyendo una forma de ser (carácter) al servicio de sobrevivir en un mundo donde no somos queridos por lo que somos, si no por como nos comportamos.
La verdadera tragedia es, que nos hemos prostituido afectivamente creando un personaje al servicio de mendigar la aprobación del entorno y hemos terminando cayendo en nuestra propia trampa, creyéndonos el montaje, identificándonos con el personaje.
Al analizar los conceptos Personaje resulta que viene de Personae y en el teatro clásico le llamaban a las máscaras. Carácter viene del griego Caraxo, que significa lo grabado, lo impreso.
Es decir, que el concepto de persona (je) te pone en contacto, te pone en conflicto con tu falsedad, "eres" un automático, una programación, una compulsión a la repetición, un condicionamiento.
Este es el drama, la gran mentira en la que todos participamos. Es la identificación con una estrategia donde nos creemos que somos lo que autenticamente ¡No Somos!
Como resultado del miedo al rechazo, al abandono, a la soledad, terminamos optando por una vida light, limitada, insuficiente, castrada e insatisfactoria, eso si, a cambio de recibir migajas de aprobación.
Carlos Odriozola. Psicoterapeuta. Miembro del Centro de Psicología Humanista de Málaga.
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